A 10 años de la crisis financiera de 2008

¿Dónde estamos? y ¿A dónde vamos?

Durante muchos años se ha dado una constante búsqueda por el bienestar de las comunidades y por mejorar la calidad de vida de las poblaciones. Sin embargo estos esfuerzos suelen verse frenados o revertidos cuando se presentan crisis económicas que afectan el entorno en que se desenvuelven los individuos y las comunidades. Es por eso que la crisis no puede ser analizada simplemente desde el punto de vista económico, ya que es un proceso multidimensional y multisectorial.

El 15 de septiembre, se cumplieron 10 años cuando el banco de inversión estadounidense Lehman Brothers colapsó, un momento simbólico en una cadena de eventos que amenazaba con destruir nuestras economías y crear caos social.

A la fecha, persiste el riesgo de un colapso más peligroso y las pocas medidas que se adoptaron para prevenirlo están siendo revertidas en muchos países, por lo que la gente está demandando un cambio.

En México existe la percepción, errónea, que la crisis no tuvo efectos negativos en la economía, a pesar de la acelerada caída del PIB. Más aún las decisiones y acciones de política pública en estos años han contribuido a profundizar la vulnerabilidad de la estructura económica nacional.

La Crisis de 2008 en México: ¿Qué pasó?

La crisis financiera de 2008-2009 representó una fuerte caída en el crecimiento de las economías en todo el mundo. Si bien los principales afectados, a diferencia de lo que había ocurrido en las últimas décadas, fueron los países industrializados; pero las economías emergentes, también, sufrieron fuertes tropiezos. Esto sucedió también en

América Latina, y México en particular, a pesar de haber sido reconocido por haber reducido su vulnerabilidad a los choques externos. Sin embargo, la profunda caída en la economía mexicana, por debajo del promedio mundial y regional, mostró el agotamiento del modelo de desarrollo productivo enfocado en la promoción de las exportaciones, con un tipo de cambio flexible y un importante énfasis en la acumulación de reservas internacionales. Y en ese momento, se planteó la necesidad de generar nuevas alternativas basadas en planteamientos integrales.