5 preguntas sobre la “policrisis” según el Foro Económico Mundial.

Policrisis: ¿Una amenaza global? advertencia del Foro Económico Mundial.

Redacción: Karen Tatiana Mantilla

Tiempo de lectura: 3 min

La Dra. Artemisa Montes Sylvan responde a cinco preguntas clave sobre el nuevo término de “policrisis” impulsado por el Foro Económico Mundial.

¿Qué es el Foro Económico Mundial?

El Foro Económico Mundial es una importante reunión que ha ganado relevancia en tiempos recientes, aunque existe desde los años 70. Fue iniciado en 1971 por un grupo de empresarios Europeos preocupados por el agotamiento del modelo de posguerra, que buscaban mejorar la posición de sus empresas en comparación con las de Estados Unidos. En 1973 y 1974, debido a la crisis del petróleo, empezaron a invitar a políticos, tomadores de decisiones y académicos, y con el tiempo, el foro se abrió a participantes de diversas partes del mundo, no solo Europeos y Estadounidenses.

El Foro Económico Mundial se celebra anualmente en enero, en la ciudad Suiza de Davos, por lo que es conocido como el Foro de Davos. Al inicio, las reuniones eran secretas y privadas, lo que llevó a teorías conspirativas sobre la naturaleza de las discusiones de las personas más influyentes del mundo en términos económicos, políticos y sociales. Con el tiempo, el foro se volvió más abierto y en la última reunión participaron 2700 personas de diversas áreas, incluyendo política, academia, empresarios, organizaciones de la sociedad y prensa.

 El Foro Económico Mundial es un lugar donde se discuten problemas globales y se buscan soluciones, identificando los principales riesgos mundiales. Sin embargo, ha generado controversia, ya que sus participantes no son elegidos democráticamente, y se cuestiona su papel prescriptivo en dictar medidas para el mundo. Aunque no es un órgano político como las Naciones Unidas, busca influir en las decisiones globales.

¿Qué es la “policrisis” según el Foro Económico Mundial y cómo se diferencia de otras crisis conocidas?

Ellos presentan en un diagrama para definir la “policrisis”, que explora una amplia gama de fenómenos y categorías de riesgo. En dicho diagrama, se abordan esferas económicas, ambientales, geopolíticas, sociales y tecnológicas. La representación visual muestra nodos, donde convergen los elementos centrales, y orillas, que denotan la periferia o los márgenes de la crisis.

Se señalan diversos riesgos, clasificados en categorías de alta, media y baja probabilidad. Entre estos, se destacan posibles enfrentamientos geoeconómicos entre bloques económicos y la preocupación de que las organizaciones multilaterales.  Se discuten amenazas mayores, como ataques terroristas, y se llega a la cúspide de la preocupación: el colapso de los estados y la erosión de la cohesión social. También se subraya la vulnerabilidad de la infraestructura y los servicios públicos, ejemplificada por casos como la caída de puentes en Estados Unidos debido a la falta de mantenimiento.

En cuanto a los riesgos tecnológicos, se presentan de manera más discreta. Se menciona la concentración del poder digital y el cibercrimen, aunque no se les atribuye una preocupación alarmante.

En el epicentro de los problemas económicos, surge el colapso de las cadenas de suministro como el riesgo más sobresaliente. La proliferación de actividades ilegales también es abordada. En última instancia, esta representación destaca que ningún país está exento de verse afectado por estos riesgos globales, lo que da lugar a un diálogo multidisciplinario sobre cómo prevenir esta policrisis.

El análisis del diagrama y sus implicaciones subrayan la necesidad de una respuesta coordinada y estratégica para mitigar estos riesgos y preservar la estabilidad global.

¿Cuáles son los riesgos más grandes de la ¨policrisis¨?

 Según el diagrama, los riesgos de mayor envergadura se delinean en los círculos de mayor tamaño, es decir, aquellos que ellos identifican como nodos, puntos de máxima concentración de riesgo. Entre estos riesgos, se destacan el colapso de los estados, la pérdida de biodiversidad, la problemática del cambio climático, la interrupción y ruptura de las cadenas de suministro, el incremento de los costos de vida debido a la inflación y la erosión del tejido social.

Este análisis plantea la necesidad de mantener un control riguroso sobre estos aspectos. Es importante señalar que este modelo no distingue entre eventos puntuales, como el conflicto entre Rusia y Ucrania, y fenómenos de larga duración que se desarrollan gradualmente, generando impactos en su evolución.

¿Cuáles son las medidas para hacer frente a la ¨policrisis¨?

Uno de los puntos centrales abordados en las recomendaciones se enfoca en el cambio climático. Se destaca la necesidad de dar seguimiento a las medidas relacionadas con la producción y su vínculo con el cambio climático, especialmente en el contexto de los sistemas alimentarios y la agricultura. Estas medidas buscan mitigar los riesgos asociados con el cambio climático.

Otro tema de gran relevancia es la desinformación, especialmente en el ámbito de las redes sociales. La discusión se centra en la regulación de la comunicación en estos espacios, buscando abordar el impacto negativo de la desinformación en la sociedad.

El ámbito alimentario emerge como un enfoque destacado, ligado tanto al cambio climático como al costo de vida. El aumento de los precios de las materias primas y los alimentos, un fenómeno común en tiempos de crisis económicas, es objeto de análisis y preocupación.

El análisis también subraya la interconexión de fenómenos y eventos, como se ejemplifica con la referencia a la guerra entre Rusia y Ucrania. En este contexto, se busca encontrar soluciones desde la perspectiva de los aliados Europeos y Estados Unidos.

¿Cómo nos afecta la ¨policrisis¨?

La “policrisis” tiene un impacto profundo en diversos aspectos de nuestra vida. Es vital no subestimar la palabra “crisis”, ya que su alcance abarca gradualmente diferentes áreas. Las decisiones forjadas en el Foro Económico Mundial, aunque a nivel global, moldean políticas y prioridades locales, lo que subraya la importancia de involucrarse en estos diálogos. Como ciudadanos, debemos activamente participar en la definición de soluciones, contribuyendo a un futuro más resiliente y sostenible, en un mundo en constante cambio y desafío.

Las decisiones tomadas en instancias como el Foro Económico Mundial, aunque a nivel global, reverberan en las políticas y asignación de recursos locales, resaltando la necesidad de participación activa en estas conversaciones. En este contexto, asumir una postura proactiva como ciudadanos es esencial, coadyuvando en la creación de un futuro más resistente y sostenible en medio de un entorno global en constante evolución y desafío.

 Puedes ver el análisis completo en:https://www.youtube.com/watch?v=rErV2pj4Vuc&t=623s 

 

2023-08-11T13:17:15-06:00 agosto 11th, 2023|OMEC noticias|0 Comments

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